viernes, 29 de marzo de 2013


Compuestos anticáncer derivados de hongos

Inspirados en una sustancia química que algunos hongos secretan para defender su territorio, unos químicos han sintetizado y probado varias decenas de compuestos que quizá podrían actuar como fármacos antitumorales.

Hace algunos años, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, dirigidos por el químico Mohammad Movassaghi, se convirtió en el primero en sintetizar químicamente un compuesto muy complejo derivado de hongos que mostró actividad anticáncer en estudios anteriores.

Éste y otros compuestos relacionados con él están presentes en los hongos de forma natural en cantidades tan pequeñas que ha sido difícil hacer un estudio exhaustivo de la relación entre la estructura del compuesto y su actividad, una investigación fundamental antes de abordar el desarrollo definitivo de fármacos basados en estos compuestos.

En el nuevo estudio, Movassaghi y sus colegas del MIT y de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos, diseñaron y probaron 60 compuestos basados en esa sustancia química de los hongos, a fin de poner a prueba la capacidad de cada compuesto para matar células cancerosas humanas.

Estructura representativa de uno de los compuestos investigados. (Imagen: Cortesía de los investigadores)

El equipo de Movassaghi y Nicolas Boyer, también del MIT, ha constatado con gran satisfacción, a través de varias líneas de células cancerosas, que algunos de esos compuestos parecen ser notablemente potentes.

En el trabajo de investigación y desarrollo también han participado Justin Kim del MIT, así como Paul Hergenrother y Karen Morrison, ambos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

miércoles, 27 de marzo de 2013


El cáncer de pulmón se propaga como la información en Internet 


Analizan el flujo de células tumorales con modelos matemáticos similares a los de Google

Un estudio de la Universidad de California del Sur ha analizado la propagación del cáncer de pulmón por el resto del cuerpo, utilizando modelos matemáticos similares a los que utiliza Google para decidir qué páginas son las más relevantes en una búsqueda. Los científicos han comprobado que el cáncer se propaga en varias direcciones a la vez, y no en una sola, como tradicionalmente se creía. La utilización de las matemáticas en la investigación oncológica está cada vez más generalizada. Por Carlos Gómez Abajo.     

Modelo simplificado de cómo funciona Google PageRank. Fuente: Wikimedia Commons.
El mismo tipo de modelo matemático utilizado para decidir qué sitios web son más relevantes en una búsqueda de Google está siendo de ayuda para predecir cómo se disemina el cáncer de pulmón por el cuerpo humano, según un nuevo estudio publicado en la revista Cancer Research

Un equipo de investigadores utilizaron un algoritmo similar al de Google PageRank (que ordena los resultados de las búsquedas de Google) y el algoritmo de Viterbi para obtener información importante acerca de los patrones de propagación del cáncer de pulmón. El equipo está integrado por expertos de la Universidad del Sur de California (USC), la Clínica Scripps, el Instituto de Investigación Scripps de la Universidad de California, el Centro del Cáncer San Diego Moores y el Memorial Sloan-Kettering de Nueva York. 

"Esta investigación demuestra lo mucho que se parece Internet a un organismo vivo", resalta el profesor Paul Newton, de la Escuela de Ingeniería Viterbi de la USC, autor principal del estudio. "El mismo tipo de herramientas que nos ayudan a entender la difusión de información a través de la web puede ayudarnos a comprender la propagación del cáncer a través del cuerpo humano", añade, en la nota de prensa del Instituto Scripps. 

Empleando un sofisticado sistema de ecuaciones matemáticas conocidas como modelo de cadena de Markov, el equipo de investigación -guiado por matemáticos aplicados de la USC- descubrieron que el cáncer de pulmón metastásico no avanza en una sola dirección desde el origen del tumor hasta lugares distantes, que ha sido el punto de vista tradicional de la medicina. En cambio, encontraron que el movimiento de las células cancerosas en todo el cuerpo probablemente se produce en más de una dirección a la vez. 

Cadena de Markov

En la teoría de la probabilidad, se conoce como cadena de Markov a un tipo especial de proceso de tipo aleatorio en el que la probabilidad de que ocurra un evento depende del evento inmediatamente anterior. Las cadenas de este tipo tienen memoria: "Recuerdan" el último evento y esto condiciona las posibilidades de los eventos futuros. Esta dependencia del evento anterior distingue a las cadenas de Márkov de las series de eventos independientes, como tirar una moneda al aire o un dado. 

El algoritmo de Viterbi permite encontrar las secuencias de estados más probable en una cadena de Markov a partir de una observación, es decir, obtiene la secuencia óptima que mejor explica la secuencia de observaciones.
Los investigadores también descubrieron que el primer lugar al que se propagan las células cancerosas desempeña un papel clave en la progresión de la enfermedad. 

El estudio demuestra que algunas partes del cuerpo sirven como "esponjas" que son más reacias a permitir que las células del cáncer se propaguen a otras áreas del cuerpo. En cambio, otras zonas pueden considerarse "propagadoras" del tumor. 

El estudio revela que para el cáncer de pulmón, los propagadores principales son la glándula suprarrenal y el riñón, mientras que las "esponjas" principales son los ganglios linfáticos regionales, el hígado y los huesos. 

El estudio aplicó los modelos matemáticos a los datos de autopsias humanas de 163 pacientes con cáncer de pulmón del área de Nueva Inglaterra (EE.UU.), entre 1914 y 1943. Este período de tiempo es especialmente interesante porque es anterior a la utilización de la radioterapia y la quimioterapia, proporcionando a los investigadores una visión clara de cómo progresa el cáncer si no se trata. 

Nueva línea de investigación

Esta investigación es parte de un movimiento relativamente nuevo que involucra a las matemáticas en la investigación oncológica. 

Otro estudio, en este caso de investigadores de la Universidad de Miami (UM) y de la Universidad de Heidelberg (Alemania), ha desarrollado un modelo matemático para comprender y predecir la evolución de un tumor, a partir de la distribución de "nutrientes" del tumor (las sustancias de las que se alimentan las células cancerosas en particular). 
Fuente: http://www.tendencias21.net

martes, 26 de marzo de 2013

Leucemia infantil


Células de diseño curan a dos niñas con leucemia

Los ensayos con una novedosa terapia celular arrojan resultados esperanzadores


Científicos de Estados Unidos han conseguido curar una forma agresiva de leucemia infantil (la LLA) con una terapia celular que consiste en reprogramar las células inmunes para que estas se multipliquen rápidamente y destruyan las células leucémicas. Aunque aún quedan ciertos aspectos por mejorar de este tratamiento, los científicos creen que podría llegar a reducir e incluso a eliminar la necesidad de realizar trasplantes de médula ósea.


Imagen: Anchels. Fuente: PhotoXpress.
Dos niñas con una forma agresiva de leucemia infantil han sido curadas (dejaron de presentar evidencias de células cancerígenas en su organismo) tras recibir un tratamiento con una novedosa terapia celular que consiste en reprogramar las células inmunes para que estas se multipliquen rápidamente y destruyan las células leucémicas. 

Investigadores de The Children’s Hospital of Philadelphia y de la Universidad de Pensilvania (ambos en Estados Unidos), han publicado un artículo sobre estos casos en The New England Journal of Medicine

Una de las pacientes, de 7 años de edad, Emily Whitehead, fue sanada en diciembre de 2012 y aún hoy se mantiene sana y sin cáncer, tras recibir células T manipuladas con bioingeniería para destinarlas al tratamiento de este tipo de leucemia, denominada leucemia linfoblástica aguda (LLA). 

La otra paciente, una niña de 10 años, que también sanó con la misma terapia, sufrió una recaída dos meses más tarde, cuando aparecieron en su organismo células leucémicas que no albergaban el receptor celular específico, objetivo de la terapia. 

El artículo describe "cómo estas células tienen un potente efecto contra el cáncer en niños", explica uno de sus autores, Stephan A. Grupp, del Hospital Infantil de Filadelfia en el que ambas pacientes fueron tratadas, en uncomunicado de la Universidad de Pensilvania. 

"Sin embargo, también hemos aprendido que para algunos pacientes con LLA habrá que modificar aún más el tratamiento para que este ataque otras moléculas de la superficie de las células leucémicas”, añade Grupp, que trabaja en el Centro de Investigación del Cáncer Infantil del Hospital Infantil de Filadelfia, y además es profesor de pediatría en la Escuela Médica Perelma, de la Universidad de Pensilvania. 

Michael Kalos, profesor del Departamento de Patología y Medicina de Laboratorio de la misma Escuela ha sido otro de los principales autores de la investigación, que ha partido a su vez de una colaboración con otros científicos de la Universidad de Pensilvania, que fueron los que originalmente desarrollaron las células T modificadas del tratamiento. 

Resultados positivos previos 

El equipo informó sobre los primeros resultados positivos obtenidos con esta terapia celular en agosto de 2011. Entonces, los que se curaron fueron tres adultos que padecían leucemia linfocítica crónica (CLL). 

Dos de estos pacientes siguen en remisión, tras más de dos años y medio de haber recibido el tratamiento. Además, según los investigadores, siete de cada diez pacientes adultos tratados han respondido bien a esta terapia. 

El equipo está dirigido por Carl H. June, quien se muestra muy optimista con los resultados obtenidos: "Tenemos la esperanza de que nuestros esfuerzos por tratar a los pacientes con estas terapias celulares personalizadas reducirán e incluso eliminarán la necesidad de realizar trasplantes de médula ósea, que conllevan un alto riesgo de mortalidad y requieren hospitalizaciones duraderas”. 

Si el tratamiento resultara eficaz a largo plazo, los investigadores hablan incluso de la posibilidad de llegar a tratar la leucemia sin quimioterapia. La LLA es el cáncer infantil más común. Tras décadas de investigación, los oncólogos actualmente la curan en un 85% de los casos.
Inmunoterapia de diseño 

Para tratar a las dos niñas, los científicos usaron un método relativamente nuevo: la inmunoterapia, que consiste en manipular el sistema inmune para aumentar su capacidad de lucha contra el cáncer. 

Para ello, diseñaron células T capaces de matar selectivamente a otro tipo de células inmunitarias llamadas células B, que se habían convertido en cancerosas. 

En general, las células T son las ‘guerreras’ del sistema inmunitario, porque se encargan de reconocer y atacar células nocivas. Pero las células cancerosas escapan a su vigilancia. El nuevo enfoque permitió crear células T capaces de "ver" a dichas células y atacarlas. 

Para producirlas, los científicos extrajeron algunas células T de cada paciente y las modificaron en laboratorio para generar otras células, llamadas CTL019, a su vez diseñadas para atacar a la proteína CD19, que se produce sólo en la superficie de las células B. 

Mediante la creación de un anticuerpo que reconoce la proteína CD19 y conectando después este anticuerpo a las células T, los investigadores crearon en las llamadas células CTL019 una especie de ‘misil guiado’ que ataca a las células B, y por tanto también a las células B leucémicas. 

Tras introducirlas al cuerpo del paciente, estas células CTL019 se multiplicaron miles de veces y circularon por todo el organismo. Es importante destacar que las CTL019 persisten durante meses, por lo que la protección contra la recurrencia de este tipo específico de leucemia es prolongada. 

Algunos problemas por resolver 

Aunque las células CTL019 eliminan la leucemia, también pueden generar una respuesta inmune hiperactiva, llamada síndrome de la liberación de citoquinas, que provoca fiebre peligrosamente alta, presión arterial baja, y otros efectos secundarios. 

Esta complicación fue especialmente grave en Emily, por lo que el equipo del hospital tuvo que suministrarle tratamientos que aliviasen rápidamente estos síntomas. 

Por otra parte, la terapia CTL019 elimina todas las células B que portan el receptor de células CD19 –tanto las sanas como las leucémicas-. Por ello, los pacientes sometidos a este tratamiento requerirían transfusiones regulares de inmunoglobulina, que se pueden proporcionar en casa. 

Los investigadores trabajan ahora para afinar la terapia y para comprender por qué algunos pacientes no responden a ella o pueden experimentar recaídas.

lunes, 25 de marzo de 2013


Resistencia a la quimioterapia y radioterapia. Hablamos con Ricardo Sánchez Prieto.





Decían los sabios Hipócrates y Galeno que el cáncer se produce porque la enfermedad se extiende en el cuerpo como las patas crispadas de un cangrejo; de ahí su nombre porque con la palabra “cáncer” se designa en latín a esos crustáceos. La realidad es que el cáncer no es una enfermedad sino muchas (cerca de 300), agrupadas bajo el mismo nombre, que afectan de distintas formas a diversas partes del organismo. Los cánceres se designan de forma muy variada de acuerdo con el tejido al que afectan: si afectan a la piel o al epitelio intestinal, se les denomina carcinomas; a los del tejido conjuntivo, se les llama sarcomas; los del hígado, hepatomas; si afecta a los leucocitos, leucemia, etc.

La base de todos ellos está en el comportamiento anómalo de algunas células del organismo. Las células son inmensas aglomeraciones de moléculas orgánicas exquisitamente ordenadas, organizadas y adaptadas de manera que logran subsistir en sociedad formando una entidad de orden superior, nuestro propio organismo. La supervivencia de ese organismo depende del correcto funcionamiento de las células que lo componen. Las células cancerosas son unidades con un comportamiento asocial que pone en peligro la supervivencia de la sociedad entera.

Las células tienen unas funciones y un desarrollo totalmente definidos por su información genética que contienen en su ADN, si parte de esa información se modifica se pueden producir anomalías. Supongamos que la información modificada pertenece a un gen que controla el crecimiento y reproducción de la célula. Esa célula, al dividirse, transmitirá el defecto a sus hijas y éstas a la vez a las suyas. Ese aumento de la población celular continuará, independientemente de las necesidades de los tejidos de los que forman parte, el organismo se verá invadido por una multitud de sus propias células que se comportan de forma anárquica. Si no se frena ese aumento de población, las células continuarán reproduciéndose sin medida y acabarán por desorganizar todo el organismo, produciéndole la muerte. Es una rebelión interna.

Como comenta D. Ricardo Sánchez Prieto en la entrevista que hoy les ofrecemos, en un organismo se producen microtumores continuamente pero nuestro propio sistema inmune los detecta y elimina sin que lo notemos. La dificultad surge cuando el crecimiento celular escapa a ese control. En ese caso, hay que utilizar armas cuyo desarrollo pone a prueba lo más notable de la ciencia y la tecnología actuales.

Contamos con muy diversas estrategias de lucha contra el cáncer, algunas como la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, se llevan utilizando, desarrollando y mejorando desde hace mucho tiempo, otras, como la terapia génica o la inmunoterapia plantean nuevos objetivos y esperanzas de futuro. Un futuro que, según nos cuenta, apunta al tratamiento personalizado, a la carta, buscando aquel que sea más adecuado a cada paciente.

Existen centenares de laboratorios de investigación repartidos por todo el mundo que estudian los innumerables aspectos que plantea el cáncer. Hoy visitamos el Laboratorio de Oncología Molecular del Centro Regional de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Castilla – La Mancha del cual es director Ricardo Sánchez Prieto. En él se estudian procesos ligados a la resistencia de las células tumorales a tratamientos como la radioterapia y la radioterapia.
Fuente: http://cienciaes.com

jueves, 21 de marzo de 2013


Un tratamiento novedoso hace remitir en adultos una leucemia muy grave

Un trabajador de la Factoría Celular Josep Carreras. / Jose Maria Tejederas Chacon

Un tratamiento que altera genéticamente las propias células inmunes de un paciente para combatir el cáncer, la llamada terapia celular, ha sido efectiva por primera vez en un paciente con leucemia. Este tipo de cáncer agudo remitió en un adulto a pesar de haber sido resistente al tratamiento con quimioterapia y de dejarle muy poca esperanza de vida. Los investigadores cuentan que los síntomas de leucemia en el paciente desaparecieron a los 8 días del tratamiento.
"Teníamos la esperanza, pero no habríamos podido predecir que la respuesta fuera tan profunda y rápida", ha manifestado Renier J. Brentjens, uno de los autores del estudio y especialista en leucemia en el Centro de Cáncer Sloan-Kettering en Manhattan (Nueva York).

“El tratamiento es experimental y se ha utilizado en sólo un pequeño número de pacientes, pero los expertos en cáncer consideramos que es un enfoque muy prometedor para una variedad de cánceres”. El estudio, realizado en cinco adultos con leucemia aguda, se publicaba este miércoles en la revista Science Translational Medicine.

El tratamiento es similar a la se le aplicó a una niña de 7 años, Emma Whitehead, que estaba a las puertas de la muerte fue tratada y la leucemia empezó a remitir año pasado. Tanto ella como los otros adultos fueron atendidos en la Universidad de Pennsylvania.
Es un enfoque muy prometedor para una variedad de cánceres
Este tratamiento no había sido utilizado antes en pacientes con la enfermedad que tenía Emma, leucemia linfoblástica aguda. Este tipo de cáncer de la sangre es peor en los adultos que en los niños, con una tasa de curación en adultos de sólo alrededor de 40%, en comparación con 80 a 90% en niños. “En los adultos, este tipo de leucemia es una enfermedad devastadora, galopante," dijo el Michel Sadelain, otro de los autores del nuevo estudio y director del Centro de Ingeniería Celular y la transferencia de genes y el Laboratorio de Expresión Génica en el Sloan-Kettering.

“Pacientes como los del estudio, que recaen después de la quimioterapia, por lo general tienen sólo unos pocos meses de vida”, dice Sadelain. ”Pero ahora, tres de los cinco han estado en remisión durante 5 a 24 meses”.

El tratamiento utiliza las células T de los propios pacientes, un tipo de glóbulo blanco que normalmente combate los virus y el cáncer. La sangre del paciente se pasa a través de una máquina que extrae las células T y devuelve el resto de la sangre al cuerpo. Luego, los investigadores hacen un poco de ingeniería genética: utilizan un virus con discapacidad como un "vector" para la realizar un nuevo material genético en las células T, que se reprograma para reconocer y matar cualquier célula que lleve en su superficie una proteína particular.
"Estamos viviendo la creación de las medicinas", dice Sadelain
 La proteína, llamada CD19, se encuentra en las células B, que son parte del sistema inmune. Este objetivo fue elegido porque los pacientes tenían un tipo de leucemia que afecta a las células B, por lo que el objetivo era formar a los pacientes las células T para destruir las células B. Los linfocitos B sanos - que producen anticuerpos para combatir las infecciones - serían eliminados junto con los cancerosos, pero ese es un efecto secundario tratable.

"Estamos viviendo la creación de las medicinas", dice Sadelain. "Es solo el comienzo de una historia emocionante".

Uno de los pacientes más enfermos en el estudio fue David Aponte, de 58 años, que trabaja en un equipo de sonido para la cadena ABC News. En noviembre de 2011, lo creían que era un caso grave de codo de tenista resultó ser leucemia. Se preparó para un régimen de larga y agotadora quimioterapia.

Su oncólogo, Brentjens, sugirió que antes de comenzar el tratamiento médico reservara alguna de sus células T, porque la quimioterapia las agota. Aponte estuvo de acuerdo.
Al principio, la quimioterapia funcionó, pero en el verano de 2012, cuando aún estaba en tratamiento, las pruebas mostraron que la enfermedad había vuelto.

"Después de todo lo que había pasado, la quimioterapia, la pérdida de cabello, la enfermedad, fue absolutamente devastador", recuerda Aponte. Entonces se incorporó al estudio de las células T. Durante unos días, parecía que no pasaba nada, pero entonces su temperatura empezó a subir. Él no recuerda nada de lo ocurrido durante la próxima semana o así, pero el artículo de revista -él es uno de los 5 pacientes - informa de que su fiebre se disparó a más de 40 grados. Estaba en medio de una "tormenta de citoquinas", que significa que las células T, en una furiosa batalla con el cáncer, fueron produciendo enormes cantidades de hormonas llamadas citoquinas. Además de la fiebre, la fiebre hormonal puede hacer que la presión arterial de un paciente se desplome y su ritmo cardíaco se dispare. Aponte fue trasladado a cuidados intensivos y tratado con esteroides para luchar contra la reacción. Ocho días después, su leucemia se había ido.

Una vez que estuvo en remisión, a Aponte le hicieron un trasplante de médula ósea, al igual que tres de los otros cuatro pacientes en el estudio. No se sabe si los trasplantes eran realmente necesarios, en teoría, las células T por si solas podrían haber producido una remisión a largo plazo o incluso una cura. Sin embargo, el tratamiento de las células T es todavía experimental, mientras que los trasplantes de médula ósea son la norma, ya que se ha demostrado que dar a muchos pacientes con esta enfermedad son las mejores probabilidades de supervivencia. Así que los trasplantes se realizaron por razones éticas. Aponte, quien tuvo el trasplante en diciembre, aún se está recuperando. Pero espera volver a trabajar pronto.
© New York Times. Denise Grady
Fuente: http://sociedad.elpais.com

martes, 19 de marzo de 2013


Tipos comunes de cáncer en la población hispana


La lista de cánceres comunes incluye cánceres que se diagnostican con mayor frecuencia entre las mujeres y los hombres hispanos de los Estados Unidos. Según la Oficina del Censo de los EE. UU., 50,5 millones de estadounidenses se identificaron como hispanos en el 2010.1
Para crear esta lista, se usaron estadísticas de incidencia del cáncer de la Sociedad Americana del Cáncer1,2 y del programa Surveillance, Epidemiology and End Results (SEER) del NCI.3 Para que un cáncer se considere común, el número estimado de casos nuevos para 2012 tenía que ser de 2 000 o más.
El número total de casos nuevos de cáncer diagnosticados entre las mujeres y los hombres hispanos de los Estados Unidos para 2012 se estimó que sería de 112 800. El número total de muertes por cáncer entre las mujeres y los hombres hispanos de los Estados Unidos para 2012 se calculó que sería de 33 200.1
El cuadro, a continuación, presenta los números estimados de casos nuevos de cáncer y muertes entre los hispanos por cada tipo común de cáncer para 2012. Los cánceres se han ordenado de acuerdo al número estimado de casos nuevos; el cáncer con el número más elevado ocupa el primer renglón.
Aunque los cánceres de riñón pueden dividirse en dos grupos principales (cánceres del parénquima renal y cánceres de la pelvis renal), aproximadamente el 85 por ciento de los cánceres de riñón se presentan en el parénquima renal,4 y casi todos estos cánceres son cánceres de células renales. En el cuadro, los números para el cáncer de riñón se refieren solamente a cánceres de células renales.

Tipo de cáncerNúmero estimado de casos nuevos*Número estimado de muertes*
Seno (mujeres)17 300 2 500
Próstata14 6001 600
Colon y recto10 4003 500
Pulmón (bronquios incluidos)7 8005 200
Tiroides5 700200
Riñón (células renales)5 500900
Linfoma no Hodgkin5 5001 500
Hígado y conducto biliar intrahepático4 1002 700
Leucemia4 0001 600
Endometrio (cuerpo del útero)3 800600
Páncreas3 0002 400
Estómago2 9001 500
Vejiga urinaria2 600700
Cervical (cuello del útero)2 000500
*Según la Oficina del Censo de los EE. UU., 50,5 millones de estadounidenses se identificaron como hispanos en el 2010.1
Fuente: http://www.cancer.gov

sábado, 16 de marzo de 2013


Cómo afrontar un cáncer según los médicos que lo han sufrido  


El profesor Roger Kirby, director del Prostate Centre de Londres, también sufrió dicha enfermedad.

El cáncer es una de las peores enfermedades que se pueden contraer hoy en día, aunque se pueda superar. En muchos casos, los tratamientos, aunque exitosos, son debilitadores y el paciente necesita de un fuerte apoyo social y familiar para poder seguir adelante. Pocos están preparados para enfrentarse a una situación que se ha visto sufrir a los demás pero que nunca habríamos pensado que podría afectarnos a nosotros mismos. Pero, ¿qué ocurre cuando es el propio médico el que sufre una enfermedad así? Y aún más, ¿qué pasa cuando el facultativo padece esa misma dolencia de la que es experto y, por lo tanto, sabe a la perfección por lo que va a pasar?
Es lo que ha ocurrido con tres médicos ingleses, expertos en cáncer de próstata, que quisieron ofrecer su testimonio en las páginas del Daily Mail con el objetivo de compartir su experiencia para ayudar a los enfermos y concienciar a la población sobre la necesidad de realizar revisiones periódicas. En la actualidad, el de próstata es el tumor maligno más frecuente entre los varones, y que suele aparecer a partir de los 50 años.
Según los datos ofrecidos por la Sociedad Española de Urología en su primer registro anual, realizado en el año 2011, cada año se diagnostican en nuestro país 18.872 cánceres de próstata, lo que significa que entre cada 100.000 habitantes existen unos 46 casos. No obstante, muchos de ellos, el 75%, son potencialmente curables. Pero para eso es necesario localizar la dolencia a tiempo. El urólogo lleva a cabo un test compuesto por tacto rectal y un análisis de sangre para averiguar el nivel de Antígeno Prostático Específico (PSA), además de una biopsia realizada mediante una ecografía transrectal. Los altos niveles de antígeno pueden ser síntoma de la enfermedad, pero también pueden deberse a una infección urinaria, por lo que la biopsia tiene la última palabra. Una revisión a tiempo puede marcar una gran diferencia a largo plazo, como demuestran estos tres casos.
  • John Anderson, 59 años. Uno de los problemas que ha de afrontar un facultativo enfermo con una dolencia que conoce al dedillo es que sabe perfectamente el calvario que habrá de atravesar y cuánto le queda de vida. Cuando el pasado año le fue diagnosticado al urólogo John Anderson una metástasis en su hígado, sabía que sería todo un milagro si conseguía superar la Navidad de 2012. Pero aún sigue vivo, y más feliz que nunca, ya que considera que este ha sido “el año más feliz” de su vida. En parte, porque ha sido abuelo por primera vez y porque ha visto a su hijo casarse en el jardín de su casa. Pero también, por la propia enfermedad. “La diagnosis de un cáncer avanzado enfoca increíblemente tu mente, abre tus ojos y acaba con tu estrechez de miras”, declaraba al medio británico. “Ahora aprecio mucho más la vida, ya sea la llegada de la primavera, una partida de golf con Sarah o tomar una pinta con los colegas”.
El proceso de Anderson no ha sido nada fácil desde aquella mañana en que localizó un bulto sospechoso en su abdomen, pero aun así, se muestra feliz. A pesar del dolor abdominal que sufre desde noviembre y que le llevó a tomar morfina, y a pesar del largo tratamiento de quimioterapia por el que está atravesando. Tan sólo se arrepiente de una cosa: de no haber podido aceptar el trabajo de sus sueños, ser el presidente de la Asociación de Especialistas Quirúrgicos. Sin embargo, piensa exprimir al máximo el tiempo que le queda, y se dice: “¡hasta que el cuerpo aguante!”
  • Damian Hanbury, 56 años. El primer signo que este urólogo sintió fue una creciente dificultad para miccionar. A pesar de ello, no se alarmó ni pensó que fuese un serio candidato a padecer cáncer de próstata, ya que no contaba con antecedentes familiares de ningún tipo. Estaba muy equivocado: la enfermedad se había extendido más allá de dicho órgano, por lo que extirpar este no solucionaría nada. Esto también provocaba que sus posibilidades de sobrevivir descendiesen del 90% a una cifra que se encontraba entre el 70 y el 80% si la enfermedad se había extendido fuera de la cápsula de la próstata, pero hasta el 20 o el 30% si afecta a otros órganos o llega incluso a los huesos. Esa es la razón por la que una diagnosis temprana puede ser tan importante, recuerda Hanbury.
La medicación tomada por el facultativo, basada en Zoladex, que se inyecta bajo la piel del abdomen, tuvo sus complicados efectos secundarios, hasta que los médicos decidieron que su cuerpo se había acostumbrado a la medicación. Era el momento de dar un salto adelante, y comenzar el tratamiento con radioterapia, a lo largo de siete semanas. Ello le hizo perder peso y pelo, sufrir dolor y problemas al orinar y para mantener erecciones, sensación de cansancio y aumento de pecho. Sin embargo, en junio de 2011 su tratamiento había terminado y todo volvió a la normalidad. Fue un duro proceso, pero mereció la pena.
  • Roger Kirby, 62 años. Como en el caso de Hanbury, todo comenzó al notar un aumento sospechoso de su nivel de PSA al que, curiosamente, no acompañaron otros síntomas. Una desagradable sensación de cansancio durante una visita en bicicleta a la Patagonia le llevó a preocuparse, y un escáner y una biopsia confirmaron los peores augurios. Una vez fue diagnosticado, Kirby tenía claro quién quería que lo trataste: el profesor Prokar Dasgupta, un pionero de la robótica urológica que había sido alumno suyo.
La historia de Kirby es mucha más sencilla que la de sus colegas, y él mismo la define como “un paseo por el parque”. La razón es que fue localizado en una etapa muy temprana y, por lo tanto, aún no se había extendido hacia el exterior. Por eso mismo, simplemente con extirpar la próstata sería suficiente. Y así se hizo, pero con los últimos avances quirúrgicos de por medio. Ello no le impidió padecer algunos de los efectos secundarios más engorrosos de estas situaciones, como son la impotencia y la incontinencia. Como señala el profesor, “incluso cuando te has recuperado de la enfermedad, como es mi caso, la ansiedad sigue presente”. Quizá estas historias puedan contribuir a que los que sufren esta dolencia sientan esa ansiedad de forma menos acuciante.
Fuente: http://www.elconfidencial.com 

sábado, 9 de marzo de 2013


Cómo encontrar a un doctor o un establecimiento de tratamiento si usted tiene cáncer

En busca de un establecimiento de tratamiento para pacientes que viven fuera de los Estados Unidos

Si usted vive fuera de los Estados Unidos, los establecimientos que ofrecen tratamiento del cáncer pueden localizarse en su país o cerca de él. En muchos países hay servicios de información sobre cáncer para proporcionar información y responder a preguntas sobre esta enfermedad. Es posible que puedan también ayudarle a encontrar un establecimiento de tratamiento cerca de donde usted vive. Una lista de estos servicios de información sobre el cáncer está disponible en el sitio web del:


o se puede solicitarla al escribir a la Oficina de Indagaciones Públicas del NCI a la siguiente dirección:
                                           Cancer Information Service
                                           Room 3036A, MSC 8322
                                           6116 Executive Boulevard
                                           Bethesda, MD 20892–8322
                                           USA
El Grupo Internacional de Servicios de Información sobre el Cáncer es una organización internacional independiente, compuesta por servicios de información sobre el cáncer. Su misión es proporcionar servicios y recursos de alta calidad de información sobre dicha enfermedad a las personas preocupadas o afectadas por el cáncer en todo el mundo.
La Unión para el Control Internacional del Cáncer (UICC) es otro recurso para personas que viven fuera de los Estados Unidos y quieren encontrar un establecimiento de tratamiento de cáncer. La UICC está compuesta de organizaciones internacionales relacionadas con el cáncer y dedicadas a la lucha contra la enfermedad en todo el mundo. Los miembros de la UICC son establecimientos de investigación y centros de tratamiento y, en algunos países, ministerios de salud. Otros miembros son ligas de voluntarios contra el cáncer, asociaciones y sociedades. Estas organizaciones sirven como recursos para el público y pueden tener información útil sobre el cáncer y sobre establecimientos de tratamiento. Para encontrar un recurso en su país o cerca de él, contacte la UICC en:
Unión para el Control Internacional del Cáncer (UICC)

                                                  62, route de Frontenex
                                                  1207 Geneva
                                                  Switzerland
                                                  + 41 22 809 1811 
                                                  http://www.uicc.org Notificación de salida

Algunas personas que viven fuera de los Estados Unidos querrán obtener su segunda opinión o su tratamiento de cáncer en este país. Muchos establecimientos de los Estados Unidos ofrecen estos servicios a pacientes extranjeros que tienen cáncer. Estos establecimientos pueden también proporcionar servicios de apoyo, como interpretación de idiomas, asistencia para viajar y consejos para encontrar alojamiento cerca del centro de tratamiento para pacientes y sus familias.
Si usted vive fuera de los Estados Unidos y desea tener tratamiento de cáncer en este país, usted deberá ponerse en contacto con establecimientos de tratamiento de cáncer directamente para saber si tienen una oficina para pacientes extranjeros. La hoja informativa sobre de los centros oncológicos designados por el Instituto Nacional del Cáncer (descrita arriba en la sección “En busca de un doctor”) ofrece información para contactar centros oncológicos designados por el NCI en todo el país.
Los ciudadanos de otros países que están haciendo planes para viajar a los Estados Unidos para recibir tratamiento de cáncer, generalmente deben primero obtener una visa de no inmigrante para tratamiento médico de la embajada o consulado de los Estados Unidos en su país. Los solicitantes de visa deben demostrar que el propósito de su viaje es entrar a los Estados Unidos para tratamiento médico; que ellos tienen planeado permanecer por un período específico, limitado; que tienen fondos para cubrir los gastos en los Estados Unidos; que ellos residen y tienen lazos sociales y económicos fuera de los Estados Unidos; y que tienen la intención de regresar a su país.
Para determinar las cuotas y documentación requerida para la visa de no inmigrante y para saber más acerca del proceso de solicitud, póngase en contacto con la embajada o consulado de los Estados Unidos en su país.
Más información acerca de los servicios para visa de no inmigrante está disponible en la página web de Visitantes Temporales a los Estados Unidos.
Fuente: http://www.cancer.gov

Explican cómo funciona el "caos" del cáncer

Investigadores del Reino Unido explicaron cómo el cáncer crea un caos en su código genético para multiplicarse.
Investigadores sugieren que otros tipos de
cáncer pueden tener el mismo comportamiento
 que las células del cáncer de colon
Las células cancerígenas pueden ser muy distintas de un tumor a otro, lo que les permite desarrollar resistencia a medicamentos y esparcirse por el cuerpo.
Un estudio publicado en la revista Nature muestra cómo las células que agotan su materia prima sufren de "estrés" y comenten errores copiando su código genético.
Tras observar este comportamiento, científicos sugieren que darle combustible al cáncer para ayudarlo a crecer puede hacerlo menos peligroso.
La mayoría de las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas. Sin embargo, algunas células cancerígenas pueden tener más de 100 cromosomas.
Este patrón es inconsistente, si se escoge un puñado de células vecinas, cada una de ellas podría tener un conteo de cromosomas distinto.
Esta diversidad permite que los tumores se adapten para ser intratables y puedan colonizar otras partes del cuerpo.
Concebir formas para prevenir que el cáncer se diversifique es un área de la investigación en auge.

Caos del orden

Científicos del instituto de investigación del cáncer, Cancer Research UK, y del instituto de cáncer del University College London en Reino Unido han estado trabajando para descifrar cómo se diversifican tanto los tipos de cáncer.
Hasta ahora se pensaba que cuando una célula de cáncer se divide para crear dos células nuevas, los cromosomas no se dividían en dos partes iguales.
Sin embargo, las pruebas en cáncer de colon del jefe de la investigación, Charles Swanton, mostraron "muy pocas evidencias" de que este fuera el caso.
El estudio mostró que el problema se origina en las copias del código genético del cáncer.
Los cánceres están motivados a hacer copias de ellos mismos. Sin embargo, si las células cancerígenas agotan la materia prima de su ADN, desarrollan lo que llaman "estrés de réplica de ADN".
El estudio mostró que este estrés las lleva a cometer errores y a la diversificación de tumores.
El profesor Swanton le dijo a la BBC que era "como construir un edificio sin ladrillos ni cemento suficiente para sus cimientos".
"No obstante, si puedes suministrar materia prima de ADN, puedes reducir el estrés en la duplicación para limitar la diversificación de tumores, lo que puede ser terapéutico".
El especialista admitió que "parece sencillamente incorrecto" proveer con fines terapéuticos combustible a un cáncer para que crezca.
Sin embargo, señaló que esta técnica probó que el problema era el estrés en la duplicación y que se pueden desarrollar nuevas herramientas para atacarlo.
Futuros estudios investigarán si el mismo estrés causa la diversificación en otros tipos de tumores.
El equipo de especialistas identificó tres genes que normalmente se pierden en la diversificación de las células de cáncer intestinal, lo que era crítico para el cáncer sufriendo de estrés en la duplicación de ADN. Todos fueron localizados en una región del cromosoma 18.
Nic Jones, de Cancer Research UK dijo que "esta región del cromosoma 18 está perdida en muchos cánceres, lo que sugiere que este proceso no es único al cáncer de colon".
"Ahora los científicos pueden empezar a buscar formas de prevenir que este desorden ocurra o en hacer que esa inestabilidad se vuelva en un factor en contra de los cánceres".
Fuente: http://www.bbc.co.uk


viernes, 8 de marzo de 2013

Logro


Atacan el «núcleo del cáncer» para eliminar tumores pulmonares


Los ratones fueron tratados con una terapia
 que inhibía Myc. ABC
Investigadores del Instituto de Oncología Vall d'Hebron (VHIO) han conseguido eliminar tumores pulmonares en modelos animales inhibiendo la proteína Myc, considerada «núcleo del cáncer» y con ello la proteína u oncogén más temido por la comunidad científica. El logro más destacado del trabajo, que publica la revista Genes&Development, es que confirma que la inhibición de la citada proteína no tiene efectos secundarios, y «las células tumorales no generan resistencias», como sucede normalmente después de la administración repetida del tratamiento, tras periodos de descanso.
En declaraciones a Europa Press, la coordinadora del estudio, la italiana Laura Soucek, ha celebrado el hallazgo sin precedentes del estudio, que establece sin lugar a dudas que si se inhibe Myc «las células no pueden desarrollar resistencias, porque Myc no puede ser reemplazada». Los resultados confirman que los tratamientos anticancerígenos basados en la inhibición de Myc como una «vía terapéutica sólida y efectiva» para el desarrollo de nuevos fármacos y para todo tipo de tumores, ha destacado Soucek.
La proteína actúa como un gen regulador que controla la expresión de hasta el 15% de los genes humanos, y desajustes en ella provocan una proliferación celular descontrolada, lo que puede originar la aparición de cáncer en distintos tejidos. Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores han utilizado ratones con 200 tumores potenciales y con cáncer de pulmón -por ser el que más mortalidad causa- para situar a los científicos en «el peor de los escenarios», ha señalado la investigadora.

Resistencia
El trabajo ha utilizado una terapia llamada metronómica que consiste en la inhibición de la proteína mediante la activación de Omomyc durante cuatro semanas, seguidas de cuatro semanas de descanso. Tras el primer periodo de inhibición remitieron todos los tumores, pero volvieron a aparecer el 63% de ellos, y tras el segundo periodo de inhibición sólo reaparecieron el 11% de los iniciales, siendo «lo más importante el hecho de que no aparecieron señales de resistencia». Finalmente, en los ratones que fueron tratados con ocho episodios de inhibición y descanso, después de más de un año de tratamiento sólo se detectaron dos tumores, en los cuales se observó que había sido suprimida la expresión.
El próximo paso pasa por diseñar un fármaco que copie el modelo Omomyc, para lo que se necesita apoyo financiero y, de conseguir la validación de una terapia, en dos años podría empezar un ensayo en humanos, aunque este calendario depende de las inversiones posibles. «Para nosotros estos resultados son extraordinariamente positivos, pues un año de vida de un ratón equivale a casi 40 años de nuestra vida. El hecho de que los resultados se mantengan en el tiempo, que no haya recaídas del tumor y que no aparezcan resistencias hace pensar que podemos estar delante de una vía terapéutica sin precedentes», concluye la investigadora.
Fuente: http://www.abc.es

miércoles, 6 de marzo de 2013

Cáncer de estomago


Un análisis de aliento puede servir para diagnosticar cáncer de estómago


De las múltiples carreras que en paralelo afrontan los investigadores médicos, la del diagnóstico precoz y sencillo es de las más activas. Casi ninguna patología se libra, pero en oncología en donde parece que el beneficio puede ser de los mayores. Y pocas cosas pueden ser más sencillas y rápidas que medir compuestos en el aliento de una persona para saber si tiene un problema de estómago. Es lo que han ensayado investigadores israelíes y chinos en un trabajo que publica British Journal of Cancer.

En el estudio participaron 130 personas, 37 con cáncer de estómago, 32 con úlceras y 61 con otros problemas gástricos. La prueba es muy sencilla: se les hacía soplar y su aliento era analizado por tres sensores. Si estos detectaban indicadores de cáncer u otros problemas, los registraban. En concreto, se medían cinco sustancias: 2-propenonitrilo, 2-butoxietanol, furfural, 6-metil-5-hepten-2-ona e isopreno.
Los resultados, a confirmar en futuros análisis a mayor escala, fueron muy buenos. Para los casos de cáncer gástrico, la sensibilidad de la prueba (capacidad de detectar el problema) era del 89%, Su especificidad (no se confundía el resultado con otros casos) era del 94%. Para las úlceras eran algo peores: 84% de sensibilidad y 87% de especificidad.

En el ensayo se comprobó que otros factores, como el tabaquismo (un proceso por el que el aliento de los pulmones se llena de sustancias fruto de la combustión del pitillo), no interferían en los resultados. Tampoco se daban falsos positivos por consumo de alcohol o por la presencia de Helicobacter pylori, la bacteria que se sabe es causa de las úlceras (este hallazgo proporcionó el Nobel en 2005 a sus descubridores, Barry Marshall y Robin Warren).

El estudio, si se comprueba y se generaliza, tiene una aplicación inmediata: diagnosticar el cáncer de estómago lo antes posible y de una manera fácil. Con ello se evitarían procedimientos como las endoscopias y las biopsias. Esto sería muy útil en países con peores estructuras sanitarias, aparte de que resulta mucho más cómodo para el paciente. La idea sería crear una especie de alcoholímetro con los nanosensores y prepararlos para que un indicador cambiara de color al registrar el cáncer o la úlcera.

La posibilidad de diagnosticar de una manera temprana sería muy útil. Lo engorroso de las pruebas hace que muchas veces este no se identifique hasta tarde. Lo que empeora su pronóstico. Se trata de un tumor en el que la cirugía es la mejor opción, por lo que mientras menos haya que extirpar, es mejor para el paciente.

El ensayo tiene también otra aplicación futura: mostrar que hay métodos de diagnóstico no invasivos que merece la pena estudiar. Hace dos años, un estudio mostró que se podía entrenar a perros para identificar el cáncer de colon en las heces o el aliento de los enfermos, y ha habido otros ensayos similares para otros tumores (En 2004 se publicó que unos perros detectaban el cáncer de vejiga oliendo la orina de los afectados), pero con una ventaja: se podría prescindir del perro.
Fuente: elpais.com

martes, 5 de marzo de 2013

Un primer paso para encontrar tratamientos que impidan que el cáncer se reproduzca

Identificadas las células que inician las recaídas de los glioblastomas


Una investigación ha determinado la existencia de dos tipos de células madre tumorales que generan los glioblastomas, los tumores cerebrales más agresivos: un tipo de células iniciadoras del cáncer y otro con mayor movilidad que se sitúan en la periferia del tumor y, como no se pueden extirpar mediante cirugía, acaban dando lugar a recidivas. El hallazgo ha sido publicado en la revista científica Stem Cells.

Cerebro afectado por un glioblastoma en el que se distingue la zona central
 de la masa tumoral (TM) de la zona periférica tumoral (PT).
 / Atanasio Pandiella/DiCYT.
Desde hace tiempo, los expertos vienen observando que existen células iniciadoras del cáncer que se comportan como células madre, es decir, que dan lugar a las demás células tumorales.
Por eso, el objetivo de un nuevo trabajo liderado por expertos del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Cantabria fue determinar si, en el caso del glioblastoma multiforme, eran iguales todas estas células iniciadoras (GICs, del inglés Glioblastoma Initiating Cells.
Los resultados, publicados en la revista Stem Cells, revelan la existencia de dos grupos muy diferenciados, según explica Atanasio Pandiella, uno de los autores y subdirector del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca.
“Hemos estudiado la zona central del tumor y la zona periférica y hemos aislado células iniciadoras de la masa tumoral tanto de un lugar como del otro, comprobando que tienen propiedades diferentes”, comenta Pandiella.
Las células de la parte externa del tumor son más agresivas, migran y se mueven mejor.
Esta información, desconocida hasta ahora, explica que en los glioblastomas se produzcan muchas recidivas, ya que al tratarse de un tejido tan delicado como el cerebro, los cirujanos que operan el tumor extirpan sólo la masa tumoral central.
Sin embargo, las GICs periféricas se dispersan con facilidad hacia otras partes sanas del cerebro y pueden reproducir el problema con rapidez.
Las células de la parte externa del tumor son más agresivas y se mueven mejor, lo que explicaría las muchas recidivas de los glioblastomas
“No las detectamos, pero se desplazan a zonas cercanas de manera que, cuando extirpas el tumor, algunas ya se han ido y provocan recidivas”, indica el especialista. Las células madre del centro del tumor son más numerosas, pero no se mueven tanto, así que suponen un problema menor frente a estas células exteriores que vuelven a iniciar la enfermedad.
Características diferenciadoras
“Hemos hecho un análisis de las características de ambos tipos de células y hemos visto que las células de la periferia tienen activados sistemas que les permiten moverse mucho más eficazmente”, apunta el investigador del CIC. Entre esas claves está la presencia de proteínas de la familia Rac, que participan en la migración celular y que, en este caso, están mucho más activas en las GICs de la periferia.
Además, existe otra proteína importante a la hora de distinguir entre los dos tipos de células: se llama p27 y es un supresor tumoral, de manera que cuando presenta niveles elevados, las células no se dividen. En este caso, en las células del centro del tumor aparece p27 de forma muy activa, mientras que “las células iniciadoras de la zona exterior del tumor tienen menos cantidad y esto estimula su proliferación y movilidad”.
Los investigadores han descubierto también la importancia de algunas proteínas de la membrana de la célula que se llaman integrinas e intervienen en las interacciones que tienen lugar con las células de al lado, siendo fundamentales para los desplazamientos en algunas ocasiones.
Aún no existen fármacos que puedan inhibir Rac ni hacer proliferar p27, pero conocer estos mecanismos es el primer paso para conseguir una terapia que evite o al menos disminuya las recidivas en los glioblastomas.
Estos resultados proceden de un extenso trabajo de colaboración entre varios centros que se ha centrado en las muestras obtenidas de tres pacientes. Además, también se han realizado experimentos in vitro y con animales para corroborar los resultados y entender cómo se comportan estas moléculas.
Desarrollo de terapias
El siguiente paso sería desarrollar terapias contra las células iniciadoras del tumor en la periferia del glioblastoma. “Conociendo los mecanismos de diseminación podemos luchar contra ellos”, indica Pandiella, “hay que intentar eliminar estas células o al menos que no proliferen y que no se extiendan más”. Como mal menor, mientras siga siendo necesaria la cirugía para eliminar el tumor, los científicos confían en poder definir mejor la zona que se debe eliminar.
Algunos tipos de cáncer, como el de mama o el de pulmón, acaban con la vida del paciente cuando se produce metástasis en el cerebro, pero en este caso “ya está en el cerebro”, señala el especialista para indicar la gravedad del glioblastoma, el más agresivo de los gliomas o tumores cerebrales.
Fuente; http://www.agenciasinc.es