martes, 21 de abril de 2015

Virus manipulados genéticamente para atacar a tumores cerebrales


Los tumores cerebrales son notablemente difíciles de alcanzar por parte de la mayoría de los fármacos, pero unos investigadores han comprobado en experimentos que un virus que contiene proteínas halladas en el virus de Lassa, perteneciente a la familia de los arenavirus y culpable de la enfermedad hemorrágica grave conocida como fiebre de Lassa, no solo atravesó la muy fortificada barrera hematoencefálica sino que además destruyó tumores cerebrales en ratones.

El virus manipulado genéticamente resultó ser del todo seguro en esos animales y tendía a fijar específicamente como objetivo de ataque las células cancerosas del cerebro.

A la comunidad científica le ha intrigado desde hace mucho tiempo la conducta del virus VSV, un pariente del que produce la rabia, el cual puede pasar a través de las membranas que protegen al cerebro y una vez dentro infectar a los tumores cerebrales. El virus inalterado, sin embargo, puede ocasionar serios daños neurológicos.

El equipo del Dr. Tony van den Pol, de la Universidad Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, quería averiguar si se podrían usar de forma segura porciones del VSV junto a porciones de virus no relacionados para atacar tumores cerebrales en ratones.
Algunos de los virus probados, como el virus modificado que contenía genes del virus del Ébola, alcanzaron el tumor cerebral, pero no lo atacaron de forma efectiva.

Células tumorales de glioma (en rojo), siendo destruidas en un cerebro de rata por el virus manipulado genéticamente (verde) que contiene elementos del virus de Lassa. (Foto: Yale U.)


En cambio, el virus modificado de Lassa, fue selectivo en su ataque, destruyendo con eficacia a las células cancerosas en el interior del cerebro, pero sin causar daños indebidos.

Los cánceres atacados por el virus de Lassa modificado genéticamente fueron tanto gliomas como el melanoma, otro tipo de cáncer que puede migrar hacia dentro del cerebro.

Fuente:http://noticiasdelaciencia.com/

lunes, 13 de abril de 2015

Microesferas para atacar el tumor cerebral más agresivo
Un equipo de investigadores españoles ha diseñado un tipo de microesferas para liberar deforma controlada una molécula capaz de inhibir el crecimiento del glioblastoma y reducir su malignidad. Es la primera vez que se utiliza esta combinación para abordar este tipo de tumor.

Imagen de microscopia confocal de un cultivo de células iniciadoras de tumor derivadas de un paciente con glioblastoma / Instituto de Salud Carlos III

El glioblastoma es un tumor cerebral muy agresivo que se caracteriza por su falta de respuesta a la radio y quimioterapia convencional. Estudios recientes sugieren que la recurrencia del glioblastoma puede deberse a la resistencia a las terapias de un grupo de células inmaduras iniciadoras del tumor.

Anteriores investigaciones proponían un tratamiento potencial para el glioblastoma que podría consistir en la diferenciación de dichas células iniciadoras seleccionando a las que conducían a un tipo de tumor más benigno y susceptibles a las terapias estándar.

Ahora, en el trabajo publicado en Oncotarget, el equipo –formado por científicos pertenecientes a la Unidad de Investigación de Enfermedades Crónicas del Instituto de Salud Carlos III (UFIEC- ISCIII), del Hospital 12 de Octubre y de la Universidad de Santiago– ha logrado ralentizar la proliferación de células iniciadoras de glioblastoma obtenidas de pacientes utilizando una proteína con propiedades inductoras. La proteína, denominada BMP7, contrarresta el crecimiento de las células iniciadoras y reduce su tipo indiferenciado y más maligno.


Lo más novedosos del trabajo es el uso de microesferas que proporcionan una liberación eficaz de BMP7 durante varias semanas. Los dispositivos han sido fabricados en un material biocompatible, que una vez trasplantado se va degradando de manera paulatina, permitiendo la salida de BMP7 al entorno tumoral y frenando el crecimiento de un modelo preclínico de la enfermedad.

Las investigadoras de la UFIEC- ISCIII consideran que este tipo de terapia selectiva dirigida a las células que inician el tumor podría trasladarse en un futuro a la clínica y combinarse con la terapia convencional citorreductora (quimioterapia o radioterapia).

Fuente: http://www.agenciasinc.es/